Como parte de la salud del viajero, es importante tener claridad respecto a lo que debe tener un botiquín para viajar puesto que esta iniciativa corresponde a una medida preventiva para garantizar el bienestar de quienes se desplazan a un ambiente diferente. Para que la medida pueda ser realmente funcional, se precisa tener en cuenta las características del sitio a visitar además por supuesto de las posibles eventualidades médicas que pudieran darse de acuerdo a la historia clínica de cada individuo.
Controlar la salud es un menester que incluye incluso los periodos de vacaciones, por tanto lo más responsable es no dejar nada a la suerte y darse a la tarea de preparar un buen botiquín de viaje que haga posible el superar cualquier clase de contratiempo sin mayores tropiezos.
Qué incluir en el botiquín para viajes
- Medicamentos básicos:los analgésicos por supuesto ocupan el primer lugar, adicionalmente están los antimareos, antiinflamatorios, antiácidos y antidiarréicos. Los sueros orales pueden ser de gran ayuda, así que deben tener su sitio más que asegurado.
- Material para heridas: vendas, gasas, antisépticos, esparadrapos, guantes desechables, tijeras y pinzas.
- Repelentes:para prevenir el contagio de enfermedades como el dengue o la malaria, lo mejor es llevar consigo una buena cantidad de repelente para insectos, en este sentido incluir corticoides para aliviar las picaduras es una buena sugerencia.
- Gotas oculares:cuando se viaja en verano especialmente, los ojos tienden a presentar picor y enrojecimiento así que alguna versión de colirio puede regresar la visión a la normalidad.