Profesora e investigadora en la Universidad de Barcelona, Isabel Solé se ha hecho bastante conocida gracias a su labor investigativa en pro de los procesos educativos y la alfabetización académica estrechamente relacionada con la lectura pero más exactamente con su enseñanza y aprendizaje, de ahí que su libro «Guía de Estrategias de Lectura» publicado en 1992 sea todo un referente para los educadores comprometidos con proponer un proceso mucho más efectivo a sus alumnos que realmente les permita formarse como lectores de calidad.
Siendo bastante clara en el hecho de que enseñar a leer no es para nada simple, gracias a esta autora queda claro que la triada conformada por leer, comprender y aprender debe apoyarse desde un inicio en Estrategias de Lectura que estimulen la autonomía y el aprendizaje significativo.
Las estrategias de lectura Isabel Solé
Además de explicar qué es leer y las funciones de la lectura, la autora hace especial énfasis en fijarse objetivos con relación al texto, efectuar una interpretación personal y llevar a cabo una organización que permita discriminar párrafos y subrayar palabras claves con colores. Actividades tanto individuales como colectivas además de estimular la motivación deben ser presentadas de manera tal que la persona distinga la importancia de la actividad mental que se encuentra a punto de realizar.
De acuerdo a lo descrito por Isabel Solé, leer determina el acceso al conocimiento y es por ello que tanto educadores como padres de familia deben actuar no sólo como supervisores del desarrollo de esta habilidad sino también como agentes inspiradores a favor de lo novedoso y lo dinámico para que al culminar una lectura se pueda emitir una interpretación única, objetiva y abierta a continuar profundizando en busca de argumentos.
Aprender a aprender
Esto es lo que básicamente lo que obtiene todo aquel que se esfuerza por hacer de su proceso lector algo mucho más fructífero ya que se está autorregulando el aprendizaje. La constancia y la seriedad con la que asuman esta meta educadores y alumnos se ubican como factores imprescindibles para pensar en la consolidación de hábitos a largo plazo que hagan posible tanto la lectura rápida como el evitar aquello de leer una y otra vez un texto para poder encontrar el mensaje que se está presentando.
Al ser una herramienta tan poderosa, la lectura es algo que no debe tomarse a la ligera y por lo mismo debe ser incorporada a las actividades diarias lo más temprano posible.