La fatiga relacionada con el cáncer es una de las consecuencias secundarias más conocidas del tratamiento contra el cáncer. Se trata de una fatiga que deja al paciente casi completamente inmovilizado. Por lo general, aparece de la nada y sus causas están más relacionadas con los tratamientos que la enfermedad en sí. La duración de la misma es bastante variada.
Causas de la fatiga relacionada con el cáncer
Se desconoce la razón exacta de la fatiga por cáncer. Por ello, si bien es cierto que se considera que los tratamientos son los principales causantes, como en el caso de la cirugía, radioterapia y quimioterapia, también se han documentado muchos casos directamente relacionados con la enfermedad.
Tratamientos que pueden causarla
Los tratamientos comúnmente asociados con la fatiga relacionada con el cáncer son:
- Quimioterapia: Cualquier droga de quimioterapia puede producir fatiga. Esto puede variar de una persona a otra. Algunas personas dicen que sólo dura un par de días. Otros sienten que persiste hasta más allá de la finalización del tratamiento.
- La radioterapia: Esto puede ocurrir independientemente del lugar de tratamiento, ya que se trata de fatiga acumulativa. La fatiga suele durar de 3 a 4 semanas después de que se interrumpe el tratamiento, pero puede continuar hasta 2 o 3 meses.
- Trasplante de médula ósea: Es una de las formas de fatiga relacionadas con el cáncer más duraderas, ya que al tratarse de una intervención quirúrgica tan agresiva, la fatiga puede durar hasta un año.