Considerado como una de las siete maravillas modernas de la humanidad, el Taj Mahal es un mausoleo construido por el emperador musulmán Shah Jahan de la dinastía mogol entre 1632 y 1653 en la ciudad de Agra. Si bien sus majestuosos detalles arquitectónicos siempre han llamado la atención, lo cierto es que la historia de amor y muerte que le rodea hace que este monumento sea mucho más interesante de lo que a simple vista pudiera suponerse.
Lo cierto es que este complejo de edificios que para ser construidos precisaron la intervención de unos 20.000 obreros, eleva su encanto gracias a la romántica historia que le acompaña y que hace suspirar a más de uno.
La bella historia del Taj Mahal
Gracias a los ilimitados recursos económicos de los que disponía el emperador, este pudo dar inicio sin mayores inconvenientes a la edificación del Taj Mahal, el cual no era más que una ofrenda póstuma hacia su amada y recién fallecida esposa. De acuerdo a los datos históricos, su compañera de vida Mumtaz Mahal luego de haber dado a luz a 14 hijos no pudo sobrevivir al último parto, lo cual hizo que este hombre se sumergiera en la más absoluta tristeza y desconsuelo.
Se dice que esta pareja era reconocida por el gran amor que sentían el uno para el otro y que al emperador le encantaba alegrar a su esposa con todo tipo de obsequios, por lo tanto cuando fue avisado de que su mujer estaba entre la vida y la muerte, regresó tan pronto como pudo a sostener la mano de su amada y acompañarla en su último suspiro.