Para ir directo al grano, cuando se utiliza la noción de Sociedad, a lo que se hace referencia es a la descripción de un grupos de individuos que se encuentran marcados o atravesados por una cultura común, unos criterios que se comparte, un cierto tipo de folklore e incluso un modo a través del cual se ha moldeado sus costumbres y estilos de vida.
Más allá que las sociedades que más se han desarrollado con el paso del tiempo han sido las humanas, también se puede plantear el uso del término Sociedad para los animales, al menos de acuerdo con lo que se plantea desde la sociobiologia o la etología social.
En lo que respecta al último sentido mencionado, las sociedades de animales vendrían siendo aquellas que se conforman de una manera totalmente natural. Motivo por el cual en algunos casos las investigaciones se piensan a las abejas como grupos de seres vivos que viven en sociedad. Algo muy similar ocurre con las hormigas, por ejemplo.
En cuanto a los expertos que estudian las sociedades, generalmente prestan atención a rasgos de identidad o características que se encuentran expuestas, las cuales hacen imprescindibles que se cumplan al momento de realizarse reuniones o asociaciones entre grupos.
Son muchas las variables a considerar en este tipo de casos, pero una zona geográfica común, procesos de socialización similares, una cultura en común, entre otro tipo de elementos más, son fundamentales para considerar a una población como un tipo de sociedad en particular.