La tranquilidad espiritual es algo extremadamente importante para el ser humano ya que mucho más allá de una necesidad religiosa, nos referimos a ese estado donde se encuentra el equilibrio y la armonía para actuar y pensar desde la serenidad. Por lo anterior, es imprescindible trabajar en las condiciones para estar en paz con uno mismo ya que este sin duda es uno de los puntos de partida para una vida donde prevalezca el bienestar emocional que como bien sabemos influye de forma directa en la aparición de síntomas físicos.

Ahora bien, para tomar el control de nuestra actitud y afianzar la personalidad en aquello que sabemos equivale a  falencias concretas existen varios caminos que implican una energía interior bien constituida para no rendirse en medio del proceso, la oración al espíritu santo (https://www.oracionalespiritusanto.org) y todos los medios de reflexión y de conexión con una fuerza superior representan un gran apoyo para conseguirlo.

Secretos para sentirse en paz consigo mismo

  • Creer en ti. Por supuesto que suena a algo demasiado obvio y hasta sencillo, sin embargo la realidad es totalmente diferente y es así como la mayoría de las personas suelen tener una imagen distorsionada sobre si mismos que los lleva a sentirse inferiores y con resultados siempre por debajo de las expectativas propias que inducen a vivir en un estado constante de frustración y culpa.
  • Pensamientos y actitud positiva. El buen humor es un gran aliado de la autoestima, por tanto y aún sabiendo que es algo que inicialmente se hace un poco complejo, toma la decisión de ser feliz por encima de todo. Pon en sinfonía tus pensamientos y tus actos para que reflejen justamente una visión siempre afirmativa.
  • Darse el regalo de perdonar. Soltar las ofensar y resentimientos  es fundamental para liberarse de cargas que opacan el espíritu e impiden una vida tranquila. Perdonar y olvidar es lo mejor que puedes hacer por ti mismo, de esta manera permites que el rencor y todo aquello que te perturba vuele lejos de ti.
  • Tener fe. La fe es sinónimo de confianza y optimismo, por tanto resulta vital para acompañar el proceso de vida e impulsarnos a dar nuevos pasos con la certeza de que a pesar de los obstáculos todo estará bien.
  • Vivir el presente. El ahora es lo que realmente importa, así que si te niegas a soltar el pasado o simplemente vives imaginando un futuro mejor estarás dejando pasar tu vida. Trabaja para que tu presente sea justamente eso que tanto anhelas.