Función de la glucosa en la sangre
La mayoría de personas hemos escuchado hablar de la glucosa en algún momento de la vida, sobre todo si estamos pendientes de nuestra salud y nos realizamos exámenes rutinarios que nos dicen los niveles de glóbulos rojos, glóbulos blancos y plaquetas en la sangre. Este examen se conoce como hemograma.
En ese mismo examen, o en uno más específico llamado prueba de glicemia, podemos conocer los niveles de glucosa o de azúcar que aportamos en la sangre. Esa azúcar la absorbemos a través de los alimentos que consumimos diariamente. Esa glucosa juega un papel importante en el funcionamiento correcto y energético de nuestro organismo, esa azúcar la convertimos en energía. Un consumo excesivo nos puede dar números altos en la enzima convirtiéndola en enfermedades graves, como es el caso de la diabetes.
Pero, ¿qué es en sí la glucosa?
Este es un carbohidrato que acumulamos en el organismo dependiendo de los alimentos que consumimos, sobre todo la absorbemos a través de frutas y verduras. Luego se convierte en energía, que son las fuerzas y ánimos con las que desempeñamos las labores del día a día.
A parte de darnos energía, la glucosa a través del metabolismo, ayuda al proceso de digestión, reparación de tejidos y multiplicación celular. Las frutas y verduras nos proporcionan la glucosa sana y natural que necesitamos; pero alimentos como las galletas, bollería y cualquiera que contenga azúcares añadidos, no son sanos, y hoy en día el consumo de estos productos es más común, desarrollando aumento de la glucosa, la cual termina convirtiéndose en azúcar en la sangre o diabetes.
Consecuencias de glucosa alta y glucosa baja
Los valores altos de glucosa en la sangre, nos puede hacer desarrollar diferentes problemas con el organismo, sobre todo con las funciones cerebrales y neurológicas, y como dijimos antes, la enfermedad más fuerte es la diabetes, en la que si no nos atendemos con antelación, puede llegar a la muerte.
Cuando los niveles son más bajos de los necesarios, el problema radica en que vamos perdiendo el combustible que el cerebro necesita para trabajar, y las actividades diarias van siendo un doble esfuerzo el realizarlas, pues la falta de glucosa no nos permite mantener la energía adecuada para poder terminar con éxito cada actividad.
Para conocer los niveles de glucosa de tu cuerpo, hazte una prueba de glicemia, y si los resultados no son los recomendados, acude a un médico que te ayude a nivelar los valores y así evitas cualquier problema de salud.