Si quieres llegar a tu límite, la forma no es conseguirlo en un solo esfuerzo, porque todos sabemos que 3 es mejor que 1.
La mejor forma para trabajar un músculo, es con repeticiones, pues obtenemos mayor nivel de trabajo antes de agotarlo completamente.
Mientras más fibras consigamos trabajar, mayor será el rendimiento que obtengamos del mismo tiempo de trabajo. Con lo cual, si haces ejercicio durante 2 minutos, y cansas el 80% de todas las fibras del bíceps (Por ejemplo), estás perdiendo un 20%.
Quizá parezca poco, pero a la larga, los resultados hablan por si solos. La masa muscular se desarrolla más rápido, y conseguimos quedar plenamente satisfechos con el esfuerzo.
¿Cómo conseguir esto?, es tan simple como saber dividir y multiplicar.
Explico: Lo primero es realizar el ejercicio que queramos potenciar, por ejemplo flexiones de brazos. Hacemos nuestro máximo esfuerzo sin parar, y (Por decir un número), hacemos 40 flexiones seguidas, hasta ya no poder levantarnos.
Teniendo el 40, lo dividimos por la mitad, con lo cual obtenemos de cuanto será nuestra repetición.
Una vez tenemos la información de la duración de cada repetición, debemos realizar 3 repeticiones. Dejando suficiente tiempo entre una y otra para que se vuelva a oxigenar (Unos 30 segundos), pero que no se recupere del todo, con lo cual al seguir esforzándonos, el cuerpo responderá al estímulo activando hasta las fibras menos usadas, y por consiguiente, cansando el total del músculo.
Ahora seguimos sabiendo que 3 es mejor que 1, porque tras dividir y multiplicar por 3, estamos haciendo un 50% más de trabajo en la misma zona.
A esto es importante añadir, que cada 2 semanas, debemos reajustar nuestra repetición. Lo que implica volver a dejar 1 día, para hacer el máximo esfuerzo y notar que haces 50 o 60.
Al comienzo será mucho el cambio, pero luego será progresivamente más lento, pues necesitas desarrollar músculo (Generar fibra), en cambio cuando comienzas, las fibras sólo deben tonificarse.