La Deep web se define como la parte anónima del internet, a la que no se puede acceder desde los navegadores tradicionalmente utilizados (Chrome, Mozzila). A este espacio del internet solo puede accederse con un navegador cifrado al cual se le conoce con el nombre de TOR. Se refiere a la parte oculta y que no ha sido indexada por ningún tipo de buscador, por lo cual la única forma de llegarle es a través de la dirección completa y exacta.
Esta parte del internet que se mantiene hasta ahora en el anonimato por así decirlo, alberga infinidad de contenidos relacionados con lo ilegal, el narcotráfico, paquetes de malware, crimen organizado y afines. De igual manera alberga sitios que nada tienen que ver con lo ilegal, sino que simplemente se cuidan de resguardar su privacidad.
¿Cómo navegar en la Deep web?
Para navegar en la Deep web se necesita el navegador cifrado llamado Tor y tener en cuenta que las direcciones poseen dominios difíciles de identificar con el sufijo .onion. Por no estar indexados los sitios web, algunas páginas ofrecen directorios para encontrar la información a la cual se desee acceder.
Web de negocios anónimos
Específicamente en el ámbito de lo económico la existencia de la Deep web ha dado origen a lo que se conoce como mercado negro en el que se produce comercio ilegal de bienes, productos o servicios en beneficio de los vendedores que lo promueven. Es por ello que se afirma que es en esta parte del internet en la que se desplaza información y transacciones de negocios y/o mercados totalmente anónimos.
Los sitios de negocios anónimos se definen como espacios virtuales en los cuales los usuarios están completamente desprovistos de identidad y pueden realizar cualquier tipo de intercambio de información al margen de la legalidad y de mercado oficial.
Esto ha dado origen a una economía anónima y paralela cuyos principales protagonistas carecen de identidad y realizan múltiples transacciones o intercambios que muchas veces se valen del bitcoin para realizar pagos que no cuentan con respaldo alguno por parte de instituciones financieras que les puedan hacer seguimiento, si fuese necesario.