Cada cierto tiempo, el firmamento se convierte en el escenario de eventos maravillosos que nos sorprenden y maravillan, esto es lo que ocurre con la lluvia de estrellas, un fenómeno que técnicamente recibe el nombre de enjambre de meteoros y que para su observación precisa de un cielo despejado y lo más libre posible de contaminación lumínica.
Este fenómeno astronómico es absolutamente cautivador, pues a la vista pareciera que se tratara de gotas de lluvia, pero brillantes. Lo mejor de todo es que existe un calendario con el que el observador puede programarse para disfrutar a pleno de este bello panorama, a propósito, las próximas del 2018 serán en octubre, estas reciben el nombre de lluvia de estrellas dracónicas.
¿Por qué se producen las lluvias de estrellas?
Una vez que un cometa pasa por el sistema solar, ocurre la interacción con el viento solar hace que su superficie se active; de manera inmediata, los gases y materiales de la superficie del cometa salen despedidos al espacio, y pasan a orbitar al sol en órbitas muy similares a las de su cometa de origen y es justo en este punto cuando se forma un anillo de partículas o corriente que cruza la órbita terrestre por un breve espacio de tiempo.
En aquellos casos en los que una lluvia de estrellas sobrepasa los 1000 meteoros por hora, pasa a reconocerse como tormenta de meteoros. La noche y un firmamento despejado, son las condiciones óptimas para vivir estos acontecimientos que tanto agradan por su contundencia.