Comer ajo cuando nos encontramos en ayunas ayuda a que se potencialicen algunas de sus propiedades; entre ellas, algunas antibióticas; esto debido a que, al despertarnos por la mañana, las bacterias que pueden hacernos daño y que ya se encuentran en nuestro cuerpo se hallan indefensas, por lo que resulta más fácil combatirlas y eliminarlas. Si consumimos ajo crudo en ayunas podemos, entre otras cosas, combatir dichas bacterias, atenuar los diversos síntomas de la hipertensión, mejorar el proceso digestivo, fortalecer la vejiga y el hígado.
Ingerir ajo crudo puede resultar bastante difícil, sobre todo porque es un alimento con un sabor bastante fuerte que no agrada a la mayoría de las personas; sin embargo, deberíamos tener en cuenta sus beneficios. El ajo también ayuda a combatir diarreas y se han realizado investigaciones que parecen arrojar el resultado de que consumir ajo podría prevenir ciertos tipos de cáncer.
También ayuda a que nuestro organismo se desintoxique de una mejor manera y con mayor rapidez; puede prevenir, así mismo, el padecimiento de diabetes, trastornos cardiovasculares y el tifus, entre otras enfermedades. Por si fuera poco, consumir ajo en ayunas nos ayuda a combatir resfriados, infecciones del sistema respiratorio, catarros y tos.