Reggaetón: El negocio más dañino del siglo XXI

La música es un elemento que ha tenido un rasgo importante en la historia de la humanidad.

Siendo parte fundamental dentro de las culturas aborígenes.

Acompañando sus días con música y expresando con ella la alegría de un día de casa o un mal día de pesca.

Sin embargo, los orígenes de la música se han perdido desde hace algunos años.

Y cada vez es más notable la descomposición del arte dentro de la música.

El reggaetón como base de una juventud rebelde.

 

Si bien en la actualidad existen gran cantidad de géneros musicales, los cuales son escuchados por una gran cantidad de jóvenes.

Estos no tienen el mismo alcance, publicidad, marketing, y repercusión en los jóvenes como lo es el reggaetón.

Sin duda, un género que desde los años 2000 ha tomado gran fuerza y popularidad en Latinoamérica.

Teniendo un estilo de música repetitivo, con ritmos hipnóticos que poner a bailar a cualquiera.

Sin embargo, estos ‘‘artistas’’ utilizan esta arma como lo es ritmo.

Para vender un falso estilo de vida a los jóvenes.

Mostrando o haciendo referencia, al dinero, drogas, prostitución y el asesinato.

Siendo esto para el joven que baila al ritmo de la música, una forma de hipnotizarlos y hacer que su subconsciente quiera eso que la letra de la canción expresa.

Según encuestas realizadas en comunidades latinas menos favorecidas, entre los cuales entran barrios de países centro y sudamericanos.

Estos han afirmado que disfrutan de la música por el ritmo, y que la letra es lo de menos para ellos.

Sin embargo, estás personas en algunos casos no culminan sus estudios.

Tienen o han tenido algún familiar preso por problemas con la autoridad.

Quedando demostrado el mal que hace este tipo de ritmos a los jóvenes.