En el año 1917, dos niñas en Inglaterra se encargaron de llamar la atención ya que aseguraban no solo haber visto hadas en su jardín, sino también el haberlas fotografiado. Fue así como surgió la historia de las hadas de Cottingley, un relato que para la época se debatía entre el mito y la realidad hasta que muchos años después las cosas pudieron ser aclaradas. Hablamos entonces de las primas Elsie y Frances, quienes luego de tomar una cámara fotográfica, eligieron dar rienda suelta a su imaginación en un periodo donde los padecimientos causados por la guerra eran más que frecuentes.
Las chicas que vivían en Cottingley, una pequeña villa dentro del distrito metropolitano de la ciudad de Bradford, en Yorkshire del Oeste-Inglaterra, tomaron un total de cinco fotos en las que se les ve llevando a cabo diferentes actividades en compañía de hadas. Tan grande fue el impacto de esto, que aún hoy en día las personas gustan de visitar la villa pues la llaman «la tierra de las hadas«.
La historia de las hadas de Cottingley
A sus 16 y 10 años respectivamente, Elsie Wright y Frances Griiffith, dos primas bastante cercanas llevaron a cabo uno de sus tantos paseos por jardines y arroyos consiguiendo retratar a supuestas hadas. Las jovencitas orgullosas contaban a todos su historia a pesar de que el padre de una de ellas se los prohibía pues por los conocimientos de fotografía de de Elsie, no creía que fuese cierto.
Contrarío a todo lo que pudieran haberse imaginado, muchas personas empezaron a interesarse en las curiosas fotografías, tanto así que el mismo Arthur Conan Doyle (autor de Sherlock Holmes) las defendía. Finalmente y casi medio siglo después ambas admitieron que habían alterado las imágenes usando siluetas que habían recortado de estos seres fantásticos.